Estancia “Las Vertientes” IV

A medida que pasaron los años, fueron apareciendo problemas adicionales derivados no ya de los factores climáticos, como fue durante toda la década de 1930. Los problemas económicos provenían ahora de la Segunda Guerra Mundial, que complicó a las empresas agropecuarias predominantes en la Gobernación Pampeana.

Por un lado por la caída de los precios internacionales y la gravísima crisis ambiental de 1932 con la caída de la ceniza volcánica y las prolongadas sequías de finales de esa década, impulsó la emigración de hombres y mujeres del Territorio Nacional de la Pampa Central hacía la Capital Federal y el conurbano de la provincia de Buenos Aires en búsqueda de trabajo.

La suerte de nuestra economía estuvo atada a los compromisos y los acuerdos realizados por Argentina con la potencia mundial de entonces, Gran Bretaña. Nosotros le vendíamos carnes, granos, lanas y otras materias primas y ellos nos vendían todos los productos de su industria. Desde los automotores, tractores, hasta los bienes de consumo del hogar y para el campo como el alambre y las torniquetas, tijeras de esquilar y otros. En la foto de arriba se puede ver un tractor importado que se utilizaba sin neumáticos.

Todas las personas que aparecen en la foto, salvo el de traje, pertenecían a la comparsa de esquiladores que transportaban la máquina y al personal y sus pertenencias para descansar y cocinar en un camión antiguo.

La situación de la importación se agravó cuando Estados Unidos ingresó en la Guerra el año 1941 después del ataque de Japón. No se conseguía permisos de importación para neumáticos y otras autopartes. También escaseó el combustible y además esto se agravó por la posición de neutralidad de Argentina con respecto a los dos bandos en guerra. Los camioneros debieron recurrir a atar con alambres las gomas averiadas y/o llevar menos kilos de peso.

Los más afectados fueron los pequeños chacareros que tenían 100 hectáreas o aquellos que estaban en la zona donde la unidad económica era una legua y ellos habían heredado un cuarto o menos, según la cantidad de hermanos en la familia.

Las autoridades de la Revolución del 6 de junio de 1943 decretan el congelamiento de los arrendamientos rurales lo que fue visto con buenos ojos. Pero el 18 de noviembre de 1944 se anunció la promulgación del Estatuto del Peón de Campo lo que encendió la luz de alarma de los grandes estancieros latifundista de la Argentina conservadora.

Todos estos cambios de escenarios eran seguidos con preocupación por los estancieros medianos de La Pampa, quienes seguían atentamente los acontecimientos a través de los periódicos nacionales y la radio. Sobre todo aquellos que tenían contratados gran cantidad de personal. Como hemos visto en fotos anteriores las viviendas donde vivía el personal eran de buena calidad de construcción.

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