Hotel “Francés” de Victorica.

Según el plano manzanero de la planta urbana de Victorica, (Pampa Central), confeccionado el año 1908 por el agrimensor Ramón B. Castro, los solares A y D de la manzana 155 eran propiedad del señor Juan B. Cazaux que estaban edificados sobre el frente de la calle coronel Ernesto Rodríguez (actual 17) en toda su longitud -50 metros- y sobre la calle lateral la edificación abarcaba 20 metros aproximadamente.

El solar D estaba sin edificación alguna, porque el mismo estaba destinado para las caballerizas, los sulki y carros de los clientes que pernoctaban. Allí estaban los comederos y bebederos para los animales. También en ese espacio estaba el gallinero, la huerta y el depósito.

Walter Cazenave en el “Álbum del Centenario de Victorica 1882-1982” inserta una serie de noticias extraídas del antiguo diario La Capital de Santa Rosa. Una de ellas dice textualmente: “Casi inmediatamente la comidilla del pueblo pasa a ser la venta del Hotel de Francia por parte de Francisco Lemme a Juan Bautista Cazaux”. En el boleto -dice el diario- rezaba “casa de material” pero la sorpresa de Cazaux fue mayúscula cuando, al caerse un pedazo de revoque, aparecieron debajo adobes crudos. De inmediato comenzó un nuevo pleito pueblerino, que se vino a sumar al aluvión de solicitadas y polémicas que registraba 1904…”

Francisco Lemme era el italiano que había llegado a Victorica junto con las tropas del Ejército desde San Luis como abastecedor de las mismas. El había construído este edificio del hotel y enfrente el almacén de ramos generales que atendía su esposa que era de chapa canaleta, no solo el techo sino también las paredes.

Ya el año 1928 la firma empresaria había cambiado de Juan B. Cazaux a la sociedad de hecho formada por los hijos. Copia de esta factura me fue cedida por el ex director del Hospital de Victorica Dr. Pascual Ranz

Cazaux había llegado a Victorica desde la zona que se conocía como la isla del Chalileo donde era criador de ovejas. Parece que la decisión de vender todo en el oeste fue a causa de las periódicas inundaciones y sequías que afectaban su patrimonio al producirse las constantes crecidas anuales de los ríos Salado y Atuel.

Sus hijos fueron Alfonso, Pedro, Lorenzo el más longevo y una hija Guillermina, quienes lo atendieron hasta la década de 1940 en que lo alquilan a don Marcos Figueroa y su esposa Nuncia y sus hijos. Como se puede leer en la factura en la entrada al local funcionaba el Bar y allí estaba el billar, la gran heladera de cuatro puertas, la máquina de hacer café express y la cantina con las copas y platos, al costado las mesas y sillas que en verano se ponían en la vereda.

Algunos años los corsos para los carnavales llegaban desde la esquina de la plaza hasta la esquina donde estaba el Hotel, lo cual le daba por esos días una actividad extra al Restaurante.

Esta era la fachada de la calle lateral con tres ventanas con frente a la casa de Sebastián Carballo. Imagen tomada a principios de 1980 cuando había comenzado el proceso de demolición.

A mediados de la década de 1950 en el solar baldío se construyó una pista de baile al aire libre. Allí funcionó durante muchos años el Club Independiente del que era hincha don Marcos Figueroa y su familia. Algunos que impulsaron dicho club fueron el polaco José Martynowski, Rogelio Sosa, los hermanos Gaccio, “Pituco” Abdala, “Cacho” Urmente, “Moni” Muñóz. Durbal Vallejos y otros hinchas de la camiseta roja.

También hubo biógrafo en la época del cine mudo y bajo la administración de la familia Figueroa proyectaban cine en el patio interno. Asimismo tiempo después allí funcionó la Propaladora “Marfig” que atendía Gu Figueroa y a mediados de la décda de 1960 funcionó la zapatería “Numar” a cargo de Nelly Figueroa.

Verano del año 1985 cuando estaba en pleno proceso la demolición pude tomar esta imagen

Esta última foto permite apreciar la esquina que tenía una puerta y al haberse volteado ya la pared del comedor, se puede observar el gran mural que pintó el italiano Ludovico Brudaglio, cuando vivió a principios de la primera década del 1900.

Lamentablemente la demolición fue total y se perdió esta obra de arte, que tenía alrededor de ochenta años y que si bien no estaba en buen estado de conservación algo se pudo hacer como se lo hizo con la obra de Pocho Riela que se la rescató desde un campo. El año 1962 cuando Victorica conmemoraba el 80º Aniversario de su fundación el fotógrafo Lázaro Pérez tomó la foto que encabeza esta nota y una más del interior del comedor con las mesas puestas, que se publicaron en el número especial del diario Zona Norte de General Pico en una revista de gran tamaño.

En la actualidad en este predio de la esquina está construída la sucursal del Banco de La Pampa, la que llegó a Victorica aproximadamente el año 1975, sumando sus servicios al del Banco de la Nación que está situado en la esquina de la plaza desde el año 1909.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *