ANIVERSARIO DE REALICO (La Pampa)

El pueblo que conocemos como Realicó, está situado al norte del departamento que lleva el mismo nombre, en la provincia de La Pampa, muy cerca del límite con la provincia de Córdoba. Fue fundado por el señor Tomás Leopoldo Mullally, descendiente de familia irlandesa, que provenía de la provincia de Buenos Aires y que había heredado un campo en esa zona.
El Ferrocarril atravesó con sus vías esas tierras antes que se produjese el acto de la creación un 2 de marzo del año 1907. La llegada de este moderno medio de transporte a la región del norte pampeano, la comunicaba con el puerto de Buenos Aires, valorizando enormemente las tierras, circunstancia que llevó a Mullally a tomar la decisión de generar un pueblo alrededor de la estación.

El loteo de las tierras dio sus frutos y alrededor de nueve meses después, el lugar ya contaba con unas 120 casas y ocho hornos de fabricación de ladrillos que producían alrededor de 300 mil ladrillos por mes. Se estimó la población viviendo en ésa época en una cifra alrededor de 800 personas aproximadamente.
Al año siguiente se crea la escuela primaria a la que el Consejo Nacional de Educación le asigna el Nº 34, designando a la maestra Evangelina Vargas Ferreira como directora organizadora de la misma. Entre los primeros comercios que abrieron sus puertas al público y dedicados a los “ramos generales” se recuerdan a los de Salazar y Sanchez, “El Progreso”, la farmacia a cargo del señor Maggi, la peluquería y perfumería de la señora Bartola Devalle y dos hoteles, “El Imperial” de Sebastián Gandini y el “Centenario” de Teodoro Ferreyra.

“El Hotel se llamó en un principio Hotel Imperial, pero después de la guerra del 14 y del triunfo de los aliados entre los que se encontraba Italia, se le cambió el nombre por el de Hotel Victoria“. El propietario de este histórico hotel fue el señor Sebastián José Gandini, de nacionalidad italiana, quien al poco tiempo de la fundación adquirió terrenos donde construirá el sueño de su vida. “Trajo el personal de Buenos Aires, especialmente el de cocina y comedor”. Como en un principio no había luz eléctrica, “instaló luz de gas en el salón comedor.” Además se preocupó por el amoblamiento y los cubiertos, para lo cual “trajo de Italia un juego de cubiertos de plata para la cabecera de los banquetes,…,grabado con el sello del hotel. La mantelería era de alemanesco de hilo”.

Esta actividad agropecuaria, comercial y una incipiente industria local, llevaron al Banco de la Nación Argentina a instalar una sucursal el año 1909 en la joven Realicó, que ya contaba con una Comisaría Departamental para la vigilancia de las propiedades y las personas. 
El año del Primer Centenario de nuestro país, Argentina, en Realicó el día 1º de mayo de aquel 1910 se registra la fundación de la Biblioteca Popular a la que se bautiza con el nombre “Presidente Avellaneda”. Fue su primer presidente don Víctor Machado y lo acompañaron como vocales los señores Antonio Acosta Pereira, que había acompañado a Mullaly en la fundación del pueblo y don Sixto Gil. Se desempeñó como Secretario y primer Bibliotecario el italiano Ludovico Brudaglio, que aportó su experiencia de la Biblioteca “Bartolomé Mitre” de Victorica, donde colaboró durante algunos años.

Una de las primeras disposiciones de la Comisión Directiva, basado en la idea de don Acosta Pereira, fue designar tres Directores Honorarios, recayendo dicha distinción en la personas de los señores Marco Avellaneda (hijo del ex Presidente), Mariano Arancibia, Inspector General de Escuelas y el propio Tomás Mullally, fundador del pueblo y presidente del Concejo Municipal.
Alrededor de 1913/14 el pueblo ya cuenta con otro adelanto tecnológico importante para la época, me refiero al teléfono, un servicio local que permitía a algunas familias de alto nivel social contar con el mismo.
Cuando se arriba a la primera década de la creación del pueblo, sus calles y algunos domicilios ya tienen acceso a la electricidad, otro instrumento del progreso con el que se atendió el alumbrado público en las calles céntricas.

La incipiente actividad industrial de la década de 1920, tendrá un gran impulso en la década de 1930 con la instalación de un Molino Harinero. Ya casi al culminar la fatídica década de los “años malos” de las sequías, los vientos, la langosta y la ceniza volcánica, renace la esperanza para los agricultores de la zona.

“Hijo y nieto de molineros, Don Emilio W. Werner nació en Rosario (Pcia. de Santa Fe) el 11 de septiembre de 1894, donde sus padres, Emilio Ricardo Werner y María Teresa Wiswebe, tenían formado su hogar. Al lado de su padre, trabajando desde los 18 años se formó este industrial, quien integró hasta 1935 en calidad de director y gerente general firma S.A. Molinos Fénix, de su ciudad natal, habiéndose desvinculado de la misma para abocarse al proyecto de su molino propio, eligiendo como punto de radicación la localidad de Realicó, por ser centro de una importante zona triguera y, fundamentalmente por el estratégico nudo ferroviario que le permitiría sacar fluídamente la producción hacia cualquier punto del país, por vía férrea.”

“Al arribar a Realicó en 1937, era ya casado con Luisa Schmidt, y padre de 4 hijos; Emilio, Luisa, Rodolfo y Federico. Con sólo 42 años y una severa disciplina al mejor estilo alemán, fue viendo crecer su sueño de ladrillo y cemento. Así pone en funcionamiento el Molino Harinero el 30 de octubre de 1938 y adquirió en 1945 las instalaciones de los Molinos Bancalari, de la ciudad de Santa Rosa, que convenientemente modernizado y ampliado entra en producción.”

“Cuando comenzó a funcionar, en 1938, el molino solo contaba con un grupo de 4 silos para el almacenamiento del trigo, cuya capacidad era de 2.100 tt. Realicó, durante 1938, vio renacer dos esperanzas. A las copiosas lluvias que ese año como un regalo del cielo volvieron, se le sumaba la esperanza de una fábrica como la principal fuente de trabajo después del ferrocarril, ya que muchos jóvenes realiquenses y de la zona que, sin la posibilidad de continuar estudios veían en el trabajo la probabilidad de un progreso personal.”

“En el año 1947, Don Emilio W. Werner, extiende su radio de acción al integrar la dirección del Molino de Villa del Rosario, en la pcia. de Córdoba, que en el año 1950 inaugura un modernísimo molino que está dotado de los últimos adelantos técnicos en la materia. Recién diez años después, el 30 de agosto de 1948, la empresa Kobusch, Vogel y Cía. comenzó la construcción de otros 4 silos que le permitieron llegar a una capacidad de almacenaje de 4.637 tt. de cereal.”

“En sus comienzos el Molino producía unas 620 bolsas diarias de harina de excelente calidad, cuya marca de comercio -en honor al pueblo -había sido registrada Realicó 000-. Sucesivas reformas lo han llevado a duplicar su producción obteniendo alrededor del año 1963, para sus Bodas de Brillante, más de 290.000 bolsas anuales. En el lapso de estos años, contando desde su inauguración, a la original producción de harina y sus naturales residuos de trigo, se han adicionado harinas leudantes Toay, polvo de hornear Mejoralín, alimento para niños Toaycita, postres semolados Toaylindo y gérmenes de trigo estabilizados Rucanelo.”

“La mayor cantidad de estos subproductos eran absorbidos por las zonas de: San Juan, Mendoza, San Luis, Córdoba, La Pampa y Buenos Aires. En los últimos (años) de la administración Werner llegó a comercializar el producto en las pcias. del norte, e incluso en Bolivia. El trigo venía directamente de las chacras en una sucesión de las conocidas chatas rusas, que emprendían diariamente el viaje con su carga al molino, siendo las mismas tiradas por caballos.”

“En el año 1970, al fallecer don Emilio Werner el molino quedó en manos de sus hijos…” Por supuesto que hubo muchos cambios entre los cuales vale destacar los del ámbito del trabajo y del transporte. “El trabajo manual realizado antes por 150 hombres (años de apogeo del Molino Werner, década del 60 al 70) es hoy realizado por 40 personas en forma estable que se distribuyen entre las tareas administrativas, de producción y de mantenimiento. Hoy en día se cargan aproximadamente 10 camiones por día, ya que estos suplantaron al ferrocarril como medio de transporte…”

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
“Centenario de Realicó. Cien años, cien historias. 1907 2 de Marzo 2007”. Editado por la Municipalidad de Realicó. Ediciones Pitanguá, Santa Rosa, La Pampa, Argentina. Primera Edición 2007.
Fotografías: Fototeca “Bernardo Graff” y de la WEB

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